“Aprendemos, enseñamos, conocemos con nuestro cuerpo entero. Con los sentimientos, con las emociones, con los deseos, con los miedos, con las dudas, con la pasión y también con la razón crítica, jamás sólo con ésta última”

Paolo Freire, 1993


sábado, 22 de noviembre de 2014

¡¡¡QUE NOSOTROS SOMOS FAMILIA DE LOS MONOS!!!

          Durante estos días siguiendo el curso de nuestras investigaciones sobre la naturaleza y partiendo de las ideas de los niños y niñas y otras informaciones leídas en diferentes textos de uso social (diccionarios, libros, folletos de zoológicos...) hemos ido manejando conceptos como animales salvajes, carnívoros, mamíferos, fruteros, animales que pinchan, omnívoros... teníamos un gran lío a la hora de clasificar a los animales. Buscando en internet vimos que había muchas maneras de clasificarlos según lo que comen, dónde viven, cómo nacen y cómo es su estructura. Ésta última nos llamó la atención porque dividía a los animales en vertebrados e invertebrados, los vertebrados son los que tienen huesos y columna vertebral, Francisco estaba seguro de que eso era un hueso pero no sabía si nosotros lo teníamos ni dónde estaba. Paula propuso que llamáramos a un experto en huesos, pero Saray recordó que en clase de la seño Leo había huesos y que podíamos ir a preguntarle a sus niños. Fuimos a visitarlos, pero ellos estaban viendo cosas del cuerpo cómo cuál era el tubo más largo que teníamos pero no de los huesos, eso sí, nos dejaron un esqueleto que tenían allí, al que llamamos Anacleto el esqueleto. Intentamos situar la columna vertebral pero no teníamos ni idea, así que Marcelo propuso subir a 6º que eran los más mayores del cole, así que visitamos la clase de la maestra Toñi y un alumno de allí, Rafael, nos dijo que la columna vertebral va desde el encéfalo hasta el final de la espalda y nos la señaló.
 
          Con toda la información que ya teníamos recapitulamos y nos dimos cuenta de que nosotros si éramos vertebrados, pero también mamíferos como el murciélago que vimos un día en un vídeo, pero que también éramos omnívoros como la mofeta. Muchas coincidencias eran ya esas, ¿a ver si al final vamos a ser nosotros familia de los animales?
 
          Pues todo se lió un poco más cuando al día siguiente nos llegó una nota de Hugo, el hermano de Lola y nos dijo que nosotros éramos de la familia de los primates, pero no sabíamos quienes eran los primates. Ana propuso ir a la biblioteca del cole, porque en nuestro rincón de la naturaleza no había libros de primates, y la seño Rocío nos orientó de dónde podríamos encontrar algo, pero no obtuvimos resultados. Así que Marcelo dijo que fuéramos a la clase de Hugo a ver si él podía aclararnos este tema. Y así lo hizo junto a sus compañeros y compañera de 4ºA y resultó que los primates eran los monos, gorilas, chimpacés y orangutanes. ¡¡¡Cómo te quedas!!!
 
          Después de recibir esta noticia, hicimos una tabla en la que en un lado pusimos parecidos con los monos y en el otro lado, cosas que nos diferencian. Y aunque encontramos más parecidos que diferencias, encontramos una diferencia muy muy importante y es que los monos no iban al cole así que no podrían estudiar, ni aprender a leer, a escribir, a comportarse, a pintar ni los números.
 
 


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