“Aprendemos, enseñamos, conocemos con nuestro cuerpo entero. Con los sentimientos, con las emociones, con los deseos, con los miedos, con las dudas, con la pasión y también con la razón crítica, jamás sólo con ésta última”

Paolo Freire, 1993


domingo, 9 de noviembre de 2014

NUESTROS PRIMEROS EXPERIMENTOS CON EL AIRE

          Tras la primera sesión de motivación dónde tuvimos un primer contacto con el tema del aire, detectando sus ideas previas y adquiriendo unas nociones básicas del tema, comenzamos a profundizar a través de experimentos muy divertidos.
           El primero de ellos ha sido el de la bolita y la botella en el que a través de un sencillo juego hemos podido demostrar que una botella aparentemente vacía, en realidad estaba llena de aire. El juego consistía en meter una bolita de papel de plata dentro de la botella, la colocábamos en la boca de la botella y manteniendo ésta en posición horizontal soplábamos fuerte sobre la bolita para que entrara, resultando siempre que dicha bolita salía fuera, rebotando en nuestra boca o nuestra nariz, lo cual nos causaba mucha risa. Resulta que esto sucede porque en realidad la botella no está vacía, sino que está llena de aire, por lo tanto si intentamos meter más aire en la botella, el aire sale fuera. Por este motivo, a pesar de que soplemos muy fuerte jamás podremos introducir la bolita de papel en el interior de la botella. Cada uno pudo experimentar con la botella que habían traído de casa y llevándose la bolita pudieron demostrar a las familias en casa los descubrimientos realizados.
 







           Continuamos demostrando que el aire existe aunque no podamos verlo ni tocarlo y que éste ocupa un espacio, esta vez utilizando el experimento del papel que no se moja. En primer lugar preguntamos a los niños y niñas cómo podíamos meter un papel de cocina en un recipiente con agua sin que se mojara. Algunos se atrevieron a hacer y probar sus propuestas como Mariela, que propuso meterlo en una botella vacía y después introducirla en el recipiente con agua; Paula, que metió el papel en un taper y después introdujo éste en el recipiente o Sandra, que envolvió el papel con fixo. Las dos primeras hipótesis tuvieron éxito, la de Sandra no tanto. Yo les propuse introducir el papel en un vaso de cristal de manera que quedara bien fijado en el culo del vaso en introducirlo boca abajo en el recipiente con agua, pero la mayoría decía que el papel se iba a mojar, Luca decía que el papel se iba a caer al volcar el vaso y Marcelo decía que el agua iba a entrar dentro y lo mojaría. Nazaret procedió a hacerlo y al sacar el vaso del agua todos pudieron comprobar que el papel estaba realmente seco. El papel no se moja pues el aire dentro del vaso impide la entrada del agua.
 
 






 
          La explicación al siguiente experimento fue más fácil de descubrir, el experimento del guante que cobra vida. A la pregunta ¿serías capaz de inflar un globo sin usar la boca? Saray contestó que con la nariz y, realmente, fue capaz de llenarlo un poquito. Yo les propuse hacerlo de otra manera, utilizando una botella de plástico cortada por la mitad y luego encajamos el guante en la parte superior de la botella. Si metemos la botella en un recipiente con agua vemos que el guante se llena de aire. Al meter la botella en el recipiente entra agua por la parte inferior de la botella. El agua que entra en la botella presiona el aire atrapado en su interior y llena el guante. Dicho aumento de presión depende de la cantidad de agua que entre por la parte inferior de la botella.
 
          Y como ya vamos siendo científicos y científicas experimentados y con renombre, este año la seño nos proporciona material para que nosotros solos experimentemos en pequeños grupos y, ¿por qué no? podamos realizar nuevos descubrimientos.





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