“Aprendemos, enseñamos, conocemos con nuestro cuerpo entero. Con los sentimientos, con las emociones, con los deseos, con los miedos, con las dudas, con la pasión y también con la razón crítica, jamás sólo con ésta última”

Paolo Freire, 1993


jueves, 24 de noviembre de 2016

PIEL DE COCODRILO

          Nuestros niños y niñas son unos grandes amantes de los cuentos, en el cole nos proponemos favorecer el gusto por la lectura, formando buenos oyentes de cuentos leídos y fomentando la escucha activa. La literatura infantil los introduce en un mundo lleno de fantasía que les lleva a desarrollar su imaginación, creatividad, sus emociones,  su lenguaje... su desarrollo psicológico en general. Cada vez que leemos en clase un cuento, no sólo atendemos a la lectura, sino que también observamos sus partes como la portada y los elementos que aparecen en ella: título, imagen, autor, ilustrador. Llegó a nuestras manos un álbum ilustrado  "Piel de cocodrilo"que es una maravilla, no sólo por la historia que encierra sino también por sus bellísimas ilustraciones, una historia que trabaja desde las emociones y que trata de aconsejar que no debemos presumir en exceso, ser presuntuosos no nos lleva a ningún lado, como en un principio le pasó al protagonista de nuestra historia y que no debemos rechazar a los demás por sus diferencias con nosotros, ya sea por su aspecto como en el caso del cocodrilo, o por sus ideas u opiniones, Aunque los que mejor os pueden contar esta historia son vuestros hijos e hijas.
          Además no tiene una siempre el gusto de conocer precisamente al autor de esta historia, mi compañero José Carlos Román, maestro que ha trabajado durante muchos años en nuestro cole. Cuando supimos que nos iba a visitar pensamos en regalarle algo relacionado con el cuento y se nos ocurrió hacer una piel de cocodrilo gigante, para meternos todos debajo y diferente, para defender la idea del no rechazo, así que fuimos a cortar papel continuo, lo suficiente para meternos bajo él y que todos cupiésemos, pedimos ayuda al maestro Enrique para que nos dibujara un cocodrilo como el del cuento, ya que les dije que Enrique sabía dibujar y María José propuso estampar nuestras manos de colores, a lo que yo añadí que podíamos poner palabras de para qué usamos nosotros las manos en el cole, en relación a unos acuerdos que hemos establecido en clase (en otra ocasión hablaremos de ellos), así que aparecieron manos de ayudar, acariciar, abrazar, dar besitos, jugar y pintar.









          El pasado lunes 21 de noviembre nos visitó el maestro José Carlos, el cual nos proyectó su historia en una gran pantalla, nos contó que su libro tenía dos papás, uno era él, el autor y otro era el que hizo los dibujos, Paolo Domeniconi, al que le dimos un aplauso muy fuerte porque vive en Italia, a ver si así se enteraba. Estábamos nerviosos, deseando de conocer al maestro, de poder contar con la ilusión que habíamos realizado la piel de cocodrilo, nos firmó nuestro cuento de clase con una dedicatoria preciosa y a cambio nosotros también le cantamos la canción de "cocodrilo se metió en la cueva", jejeje. 









          ¡Fue un día mágico! Gracias maestro, que tengas suerte en tu nueva faceta de escritor y ¡QUE ESCRIBAS MUCHOS MÁS!

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