“Aprendemos, enseñamos, conocemos con nuestro cuerpo entero. Con los sentimientos, con las emociones, con los deseos, con los miedos, con las dudas, con la pasión y también con la razón crítica, jamás sólo con ésta última”

Paolo Freire, 1993


sábado, 7 de febrero de 2015

LA LÍNEA DEL TIEMPO

          El tiempo es un concepto complicado para trabajar en educación infantil pero no por ello no quiere decir que los niños y niñas no hablen de él, es más, necesitan poder situarse en el tiempo tanto ellos mismos como otros acontecimientos que ocurren o han ocurrido para poder comprender el mundo que les rodea. En una de las conversaciones que hace algunos días tuvo lugar en clase los niños y niñas comenzaron a hablar del futuro y lo definían como el espacio, el universo, a lo que Adrián contestó que no, que el futuro era cuando nosotros no habíamos nacido y Antonio puntualizó que era cuando estábamos en la barriga de nuestra mamá (bueno, después se dieron cuenta de que como eso ya había pasado mejor lo llamaríamos futuro que ya pasó). Así comenzaron a hablar de diferentes etapas de nuestra vida, las cuáles fueron plasmando:
 
- Futuro que ya pasó: Cuando estábamos en la barriga de mamá y nacimos (vamos a traer fotos de bebés)
- Sin futuro: Es ahora, en el 2015.
- Casi sin futuro: Desde los 6 a los 10 años y lo han plasmado dibujándome a mi otra vez con los niños pequeños y ellos en la planta de arriba haciendo los deberes.
- Futuro lejano: A partir de los 10 años.
- Futuros viejo: Que será cuando ellos y ellas sean adultos y la seño viejecita
 
 
          En esta estructuración del tiempo, Antonio comentaba que antes de que naciéramos nosotros, hace miles y miles de años, existían los dinosaurios pero se extinguieron porque cayó un meteorito, pero Mariela decía que no, que fue por un volcán (aquí no hemos llegado a un acuerdo). Pero claro, ¿Qué pasó en medio? ¿Desaparecieron los dinosaurios y ya llegamos nosotros? ¿Y como llegaron los dinosaurios? Paula decía que de un huevo ¿Y quién puso el huevo? pues una mamá dinosaurio y así sucesivamente, lo que causó las carcajadas de todos (Más o menos como el interrogante ¿qué fue antes, el huevo o la gallina?
 
          Francisco también aportó que después de los dinosaurios y antes de nosotros estaba el señor, porque su madre le había dicho que para que nosotros naciéramos primero tuvo que morir el señor. Y claro, ¿De dónde vino el señor? Fácil, de la barriga de su mamá ¿Y la mamá? De la abuela. Pero claro, dijo Antonio, hacía falta también un papá para que pusiera la semillita en la mamá. Y así nos volvió a pasar algo como con el huevo y el dinosaurio, un bucle del que nunca salíamos.
 
 
 
 





 
 
          Y en ello estamos, construyendo nuestra línea del tiempo en la iremos situando las cosas que necesitemos, como ocurrió el otro día cuando Marcelo explicaba la batalla de los moros y cristianos, que Antonio situó antes de que naciéramos nosotros. Y os preguntaréis ¿Y a qué viene ahora los moros y los cristianos? Pues de otra conversación del fin de semana en la que Nazaret nos contaba que había ido a Lora del Río y había visto la torre de loro, a lo que otros replicaban que estaba en Sevilla, surgió una discusión sobre si era Torre del oro o Torre de loro, así que lo leímos en un libro de Sevilla que tenemos en clase y descubrimos que se llamaba así por los azulejos dorados que tenía en la cúpula y también decía que a los pies de dicha torre se vivieron muchos enfrentamientos entre moros y cristianos, salpicando sus muros de sangre Marcelo dijo que su hermano sabía mucho sobre los cristianos, y sus compañeros les dijeron que le preguntara quién empezó la pelea y por qué se pelearon. Y por ello aprovechamos para enlazarlo con nuestra línea del tiempo
 
          Como veis en clase hablamos de cosas importantes y son importantes porque tiene que ver con nosotros, con nuestra vida, con nuestra historia.
 


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario