Nuevo y divertido experimento el de esta semana que nos permite profundizar en el concepto de presión, lanzando el interrogante de ¿Serías capaz de atravesar una patata con una cañita? Sin probar la mayoría decían que no, porque la cañita era muy blandita y la patata muy fuerte. Efectivamente, ocurría que la cañita se tronchaba al intentarlo. Pero Paula, sin saber como lo consiguió, ella decía que porque lo había hecho con mucha fuerza, pero en realidad no fue por eso, es que cogió la cañita de otra manera sin darse cuenta. Yo lo repetí igual que ella y lo repetí igual que Mariela, a la que no le había salido, a ver si se daban cuenta. Hasta que Antonio dijo que había tapado el agujero de la cañita para que no se saliera el aire y ese aire es el que empuja la patata, dijo Lola. Muy bien, es que sois geniales, una vez más pensando y aplicando todo lo que aprendéis conseguís hacer nuevos descubrimientos.
Efectivamente el aire, aunque no podemos verlo,
queda atrapado dentro de la pajita y hace que ésta no se deforme sino
que pueda perforar la patata y hundirse profundamente.
El aire puede
tener una fuerza increíble, puede mover los molinos, los buques de vela, puede
producir huracanes, etc. En este experimento hemos podido comprobar de una forma sencilla
que tan fuerte puede ser el aire.
Y claro, nos resultó tan gracioso ver a la patata con tantas cañitas clavadas, parecía un virus de esos que habíamos visto en el vídeo, así que decidimos inventarnos virus graciosos, el virus de las cosquillas, el virus corazón y el virus pajarito, ojalá todos los virus fueran tan divertidos como estos.
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