“Aprendemos, enseñamos, conocemos con nuestro cuerpo entero. Con los sentimientos, con las emociones, con los deseos, con los miedos, con las dudas, con la pasión y también con la razón crítica, jamás sólo con ésta última”

Paolo Freire, 1993


domingo, 24 de mayo de 2015

UN PROBLEMA DE ESTADÍSTICA

         
          El pasado lunes nuestra compañera Ana trajo a clase un folleto de una exposición de barbies a la que asistió con su s padres al ayuntamiento de Sevilla, en ellas aparecía la Barbie recreada en figuras como la dama de Elche o la duquesa de Alba (como anécdota dijeron que no sabían quien era la dama de Elche y Saray dijo que a ella le parecía que su tío sí que conocía a la duquesa de Alba. Cuando les pregunté que qué hacía una duquesa me dijeron que estar todo el día acostada viendo la tele. ¡Si se enteraran los de la alta alcurnia! Al preguntarles por cuál era el trabajo del diseñador Ana nos dijo que eran los que hacían las ropa y Paula comentó que también puede haber diseñadoras. Al leer nuestro folleto nos dimos cuenta de que, en ese caso en concreto, había más diseñadores que diseñadoras, es decir, más hombres que mujeres y es que, dependiendo de la profesión de la que estemos hablando priman más un género que otro. Entonces Saray preguntó por las maestras del cole, si había más maestras o maestros, y entonces nos dimos cuenta de que no los conocíamos a todos y a todas y fuimos "a la caza y captura" y contabilizamos a 17 maestras frente a 8 maestros.





          ¿Y  que pasa con los niños y las niñas? preguntaba Luca, que si había más niños que niñas y Saray propuso que podían ir a las clases a contarlos (hablaba de los de infantil), así que nos distribuimos el trabajo y concluimos diciendo que había tres clases donde ganaban las chicas, una donde ganaban los chicos y dos que estaban empate, así que concluyeron que había más niñas que niños.






 
 
          Pero Francisco dijo que qué pasaba con los niños y las niñas mayores, que también había que contarlos. Entonces revisamos la lista de los maestros y maestras y vimos que faltaban cursos, que en todos tenían que haber A y B  y que algunas clases nos faltaban. Pero también nos dimos cuenta de que si ahora nos repartíamos el trabajo y nos mandaban a una clase que no sabíamos ubicar, ¿qué hacíamos? Y es que en realidad no conocemos bien los edificios de nuestros colegio y dónde se encuentran situadas las distintas dependencias. Ana propuso que buscáramos un mapa y Luca dijo que lo podíamos pedir a Marchena, Francisco dijo que al director y Paula, que a la jefa de estudios. Pues allá que fuimos a buscar al director que nos dijo que él nos podía sacar una fotocopia, pero que también podíamos ir buscando por los pasillos porque en ellos también estaban colocados. Los localizamos y vimos también que en ese mapa o plano también existe una leyenda, que nos permite leer el plano, y en esa leyenda aparecen también dónde están colocados los extintores, las mangueras, las salidas de emergencias y las alarmas, por si ocurriera algún incendio.
 











 
          Ahora ya sólo nos queda señalar en el plano dónde se encuentra situado cada curso, distribuirnos el trabajo para preguntar cuántos niños y cuántas niñas hay en cada clase y extraer conclusiones cuando hayamos finalizado las tareas

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