También hemos retomado nuestra lectura anual de Peter Pan, nos habíamos quedado preocupados porque en el anterior capítulo habían herido a Wendy, la cuál había caído junto a los niños perdidos con una flecha clavada en el pecho. Por suerte sólo estaba herida y los niños perdidos la cuidaron, le construyeron una casa e incluso le pidieron que si quería ser su mamá y contarles cuentos. Se entabló entonces una conversación a cerca de las mamás y los papás, sobre que hacían con nosotros, y algunas respuestas fueron:
- Cuidarnos.
- Hacernos la comida.
- Bañarnos.
- Comprarnos ropa.
- Llevarnos al cole.
- Arroparnos.
- Abrazarnos y darnos besos.
- Contarnos cuentos igual que iba a hacer Wendy.
Y entonces les preguntamos ¿Y jugar? Bueno, algunas veces. Y es que tienen toda la razón, y esto me sirvió a mi también para reflexionar como madre. Nosotros los adultos siempre estamos ocupados en cosas más importantes, pero tenemos que sacar tiempo de donde sea para jugar con ellos, no hace falta cantidad de tiempo, sino calidad de tiempo, que los momentos que les dediquemos los disfrutemos con ellos y no estemos pensando en lo que tenemos que hacer después. Como veis yo aprendo con y de mis niños y niñas.
Les propusimos que ellos y ellas fueran los papás y mamás de los niños perdidos y que tenían que inventarse juegos para ellos, juegos totalmente nuevos que no tuvieran nada que ver con los que ellos jugaban habitualmente como el pilla pilla, el fútbol, el escondite, las casitas. Y dieron rienda suelta a su imaginación e inventaron juegos tan divertidos como el pilla ratón, las carreras de brujas, carrera de aros, tiro al aro y paso de largo, pelotas escondidas, los pitufos equilibristas...con diferentes materiales que les proporcionamos del almacén de Educación Física
Y continúan las aventuras, esta vez en el lago, cuando Wendy, sus hermanos, campanilla y Peter vieron aparecer en una barca a dos piratas que habían apresado a la princesa piel roja. Rápidamente se escondieron y a Peter Pan se le ocurrió imitar la voz del capitán Garfio diciendo que soltaran a la princesa y los piratas lo creyeron y lo obedecieron. Lo que no esperaba Peter es que al momento fue descubierto por el propio Capitán Garfio que lo hirió y lo dejó abandonado en una roca ¡¡¡Pobre Peter Pan!!!
Nosotros también intentamos imitar la voz del capitán Garfio, pero era un poco complicado. Paula intentó imitar la voz de su abuelo, pero tampoco le salía, Sandra la de Peter Pan, Francisco la de los piratas, Luca la del león...Llegamos a la conclusión de que imitar las voces de las personas era complicado, era más fácil imitar los sonidos de los animales. Yo les dije que la voz que yo mejor sabía imitar era la mía, entonces se produjo una gran carcajada y un "hombre claro". Y así comenzamos una serie de juegos de adivinar las voces de nuestros compañeros con los ojos tapados, juegos que fuimos complicando hablando de dos en dos o de tres en tres, lo cual era más difícil de adivinar, o incluso disfrazando nuestra voz haciéndola más aguda o más grave. Pero el juego que más difícil nos resultó fue cuando grabamos nuestra voz, porque comprobamos que sonaba un poco diferente, hicimos varias grabaciones con el móvil mientras un compañero esperaba en el pasillo, y cuando entraba tenía que prestar mucha atención para poder adivinarlo. Juegos muy divertidos con los que pasamos un rato muy agradable y de mucha risa.
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