Y por fin llegó el día, otro de los proyectos que queríamos hacer con la arena de nuestro patio fue el de construir castillos como los que hacemos en la playa, así que decidimos traer de casa cubos, palas y otros utensilios que cada uno estimó oportuno. Algunos familiares quisieron compartir un ratito de su tiempo a ayudarnos en nuestro cometido y allá que nos fuimos a nuestro patio para construir entre todos un gran castillo, pero por más que lo intentábamos, llenando nuestros cubos de arena, no los conseguíamos, se nos derrumbaba y quedaba como una montaña. La abuela de Adrián nos dijo que nos haría falta un poco de agua y Paula apuntó que tenía razón, que no se podían hacer castillo con la arena seca. La mamá de Sandra propuso amontonar arena seca, hacer un agujero en media e ir echando agua poquito a poco y removiendo para que toda la arena se humedeciera. Y así conseguimos ir haciendo castillitos, pero cada uno los ponía donde querían sin seguir un orden, entonces tuvimos que parar y organizar una estrategia para trabajar todos en la misma línea, pensando en la forma que le queríamos dar al castillo, al final decidimos que tendría forma rectangular y la seño lo culminó clavando en medio una bandera, en el castillo de 3 años B.
Este es el blog de una clase de tres años que comienza juntos la maravillosa aventura de aprender compartiendo experiencias, vivencias, emociones...Anímate a acompañarnos y a ayudarnos en esta divertida pero a la vez difícil tarea.
“Aprendemos, enseñamos, conocemos con nuestro cuerpo entero. Con los sentimientos, con las emociones, con los deseos, con los miedos, con las dudas, con la pasión y también con la razón crítica, jamás sólo con ésta última”
Paolo Freire, 1993
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