Ayer realizamos la visita que hemos estado organizando entre todos y todas durante estos días a la Casa de la Ciencia. Nos recogió el autobús de Amuedo en la puerta del Mercadona y, qué casualidad que el chófer era Joaquín, quién nos atendió el año pasado en las cocheras de Amuedo cuando necesitábamos saber el número de asientos que tenía nuestro autobús. Paula entregó a Joaquín el mapa donde habíamos marcado dónde se encontraba la Casa de la Ciencia, por si nos perdíamos, indicando la dirección, Avenida de María Luisa. Como llegamos a las 10:50 y la visita no empezaba hasta las 11:30, teníamos tiempo para desayunar tranquilamente por el parque de María Luisa, el cual también habíamos localizado en el mapa. Pero cuando nos dirigíamos al parque nos paramos en un edificio que nos encontramos en el camino que se llamaba el costurero de la reina, no sabemos muy bien por qué, y se parecía a un castillo. Leímos que aquello era un punto de información y allí nos dieron mapas de Sevilla con sus calles, el mapa que tanto habíamos buscado en el cole y otros folletos de actividades que podían interesarnos. Una vez llegado al parque, nos llamó la atención un mapa que había por allí, era un mapa del parque dónde indicaba distintos lugares, tenían curiosidad por explorarlo, incluso yo les expliqué sitios que a mi me gustaba visitar de pequeña, como el monte gurugú, pero esto lo dejaremos para otra ocasión y Lola nos indicaba que para que no se nos olvidara lo apuntáramos en el papel de las cosas que queríamos hacer.
Tras el desayuno en el parque nos dispusimos a comenzar la visita a la casa de la ciencia y nos sorprendió que en la entrada había una maqueta de una gran ballena, pensamos que era Marino, la mascota de la casa de la ciencia, una ballena jorobada tal como leímos en la página web, pero en realidad era otra especie de ballena, la ballena yubarta. Nuestro guía se llamaba Isidoro y nos explicó en primer lugar la exposición de los cetáceos, donde había esqueletos de ballenas y delfines. En esa sala, si estábamos en silencio, podíamos escuchar cómo se comunicaban los delfines. Había una maqueta de la ballena orca y se le veían perfectamente los dientes, pero había otras ballenas que no tenían dientes sino unas especies de barbas en las que se quedaban atrapado el kril, unas gambitas pequeñitas, alimento preferido de las ballenas. Y también nos quedó claro que las ballenas no eran peces, eran mamíferos como nosotros y además tienen pulmones como nosotros aunque vivan en el agua, salen al la superficie para tomar el aire y después se sumergen, ahora, que tienen muchísima más capacidad que nosotros para aguantar la respiración. Preguntamos que dónde estaba "marino" pero Isidoro nos dijo que era una mascota virtual, que sólo aparecía en la página web y le pareció bien nuestra sugerencia de incluir a la mascota en la visita y ser ella quien nos diera la bienvenida, cómo veis transformamos la realidad en la medida de nuestras posibilidades.
A continuación visitamos la exposición de rocas, minerales y fósiles. Isidoro nos explicó la diferencia entre rocas y minerales con el símil de una tortilla de patatas, hicimos una imaginaria y decía que si la cortábamos se veían perfectamente las patatas, es como si la tortilla fuera la roca y las patatas los minerales de las que se componía, así que había distintos tipos de rocas según los lugares de dónde provenían los minerales, como por ejemplo las rocas volcánicas que venían de los materiales de los volcanes. Alguien preguntaba que dónde se fabricaban esas rocas e Isidoro nos comentó que se fabricaban en la naturaleza, que en ese proceso no intervenía el hombre y así respondía también a una cuestión que Paula planteaba en clase de cómo se formaba la arena, Isidoro puso el ejemplo de que la arena de la playa estaba formada por trocitos pequeños de un mineral que se llamaba cuarzo y trocito de almejas, caparazones de cangrejos, caracolas, etc.
La tercera exposición fue la de los invertebrados, animales que no tenían esqueleto. Los niños y niñas comenzaron a decir ejemplos y nuestro guía nos pidió que los metiéramos en un saco imaginario: gusanos, mariposas, cangrejos, medusas, orugas...Dentro de ese gran saco había otro saco más pequeños de animales que tenían seis patas, alas y antenas, esos son los insectos y seguimos poniendo ejemplos: abejas, avispas, mariposas, mariquitas, escarabajos...Vimos una gran vitrina con una colección de mariposas y otra con una gran variedad de insectos, donde se encontraban también los insectos palos.
Terminada las visitas a las exposiciones pasamos a ver el planetario, nos montamos en una nave espacial e hicimos un viaje que duró una año, pasando por las distintas estaciones. Disfrutamos de ver estrellas, meteoritos, constelaciones (osa mayor, osa menor, el carro, virgo, los gemelos, leo...), los planetas (sólo hay vida en el nuestro) cómo va cambiando la luna y cómo van cambiando las constelaciones según la estación en la que nos encontremos. ¿Sabías que el sol también es una estrella y que en realidad es muy pequeña?, pero nosotros la vemos más grande porque nuestro planeta está cerca de él. ¿Sabías que las estrellas en realidad no se mueven sino que la que se mueve es la tierra? ¿Sabías que las estrellas fugaces en realidad no son estrellas sino meteoritos? Son muchas cuestiones las que surgieron y en las que si consideramos oportuno profundizaremos.
Y aquí finaliza nuestra visita, a la vuelta en el autobús, muchos visionan sus mapas de Sevilla, localizaban sitios que querían visitar y hablaban de venir todos juntos: la torre del oro, la plaza de toros, el río Guadalquivir, el parque María Luisa, montarnos en el autobús turístico pero en la planta de arriba...Muchas cosas por ver, muchas experiencias de las que disfrutar...¡¡VOLVEREMOS!!
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